Fue durante su encuentro con CHARIS, la nueva organización que coordina a 120 millones de católicos de espiritualidad carismática.
También les pidió que distingan quién inspira las cosas buenas en sus corazones y quién las malas.
Advirtió que en la Iglesia se pueden crear grupos cerrados o “nidos”: “Del nido a la secta el paso es breve”, dijo.