En la puerta del llamado Centro Belén le esperaron decenas de niños y familias.
De los 15.000 judíos que había en Bratislava antes del Holocausto, sólo quedaron 3.500.
Celebró la misa según el rito bizantino, que siguen unos 7,5 millones de católicos orientales en todo el mundo.
Francisco visitó a una de las mayores comunidades gitanas de Europa.