Francisco pidió silenciar el sonido de las armas y escuchar el grito de los pequeños e indefensos.
Dijo que se necesita coraje para lograr los objetivos, poner a la persona en el centro, servir a la comunidad y pagar bien a los educadores.
“Me gustaría que puedan abrazarse personas de religiones diferentes”, dijo el Papa Francisco.
Será el jubileo ordinario que sucede al del año 2000, de Juan Pablo II.