Recibió las credenciales del diplomático y luego rezó con su familia.
En su discurso ante el cuerpo diplomático mantiene la esperanza de que la comunidad internacional trabaje unida para abordar crisis mundiales.
Propuso a los cristianos rezar de manera desinteresada, sin pedir a Dios nada a cambio.
Desde 1919 han pasado por el colegio cerca de 300 estudiantes.