Durante la celebración el Papa confirió los ministerios del lectorado y del catequista a personas provenientes de distintos lugares del planeta, desde el Reino Unido hasta las Filipinas.
Reconoce que al viajar a Sudán del Sur, el Papa está asumiendo un riesgo.
El presidente y la primera dama bromearon con Francisco sobre su “adicción” a esta rosca.
El anuncio sorprende porque Francisco introdujo la costumbre de hacer ejercicios fuera de Roma.