Recomendó seguir el ejemplo de los grandes santos europeos: “Vivieron el Evangelio, sin reparar en su posición o en la política”.
Le han regalado un anillo afgano, recuerdo de su familia. Entre lágrimas contaron cómo escondieron su fe durante años.
San Pío de Pietrelcina es muy recordado por los famosos estigmas que padeció en vida, aunque las reflexiones del Papa siempre se centraron más en describir su interioridad.
Pasó por Santa María la Mayor antes de volver a casa, para rezar por los demás enfermos que vio en el hospital.