Ante el cuerpo de policía italiano encargado de colaborar con la Gendarmería del Vaticano, volvió a excusarse por las molestias que le obligan a permanecer sentado.
Francisco presidió la misa en el día que la Iglesia dedica a los religiosos, en la Presentación del Señor.
En su intención de oración para el mes de febrero, el Papa, les anima a luchar cuando son tratadas injustamente dentro de la Iglesia.
Reconoció que su papel no está precisamente bien valorado por la sociedad, pero es esencial para bien común.