Cuando era princesa conoció a Pío XII en 1951. Años después estuvo con Juan XXIII. Con Juan Pablo II se vio hasta en dos ocasiones, una en Roma y otra en Reino Unido.
Francisco agradeció a los nuncios que lleven la Iglesia a los lugares más difíciles en su nombre.
El Papa Francisco también se reunirá con los embajadores acreditados ante la Santa Sede.
Explicó cómo leer la vida de santos le ayudaba a experimentar “una profunda paz y alegría”.