Es un gesto sencillo pero novedoso que no había sucedido en los otros Via Crucis celebrados por el Papa Francisco.
Durante semanas, el Papa ha estado sufriendo de dolores en la rodilla, aún así, recorrió la larga nave de la Basílica de San Pedro en silencio para dar comienzo a la celebración de la Pasión del Señor.
Es la sexta vez que Francisco celebra el Jueves Santo en una cárcel.
El Papa Francisco lavará los pies este Jueves Santo a doce prisioneros de la cárcel de Civitavecchia, a las afueras de Roma.