El autor de "La vida es bella" le presentó al Papa "Francesco il Cantico". Es un monólogo poético interpretado por él mismo sobre el santo de Asís.
La singularidad de la relación benefició a ambas partes, ya que el Papa Urbano pudo compartir el trabajo del artista y Bernini, a su vez, contó con la financiación y apoyo necesario para realizar su trabajo.
Fue el cementerio oficial de la Iglesia de Roma en los primeros siglos.
En su nuevo libro, el cardenal Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui (República Centroafricana), describe la historia de cómo utiliza su posición en la Iglesia para servir a Cristo en los pobres.