El cardenal Fernando Filoni fue uno de sus colaboradores más cercanos y de las personas de la curia que mejor conocía la manera de obrar del Papa emérito.
Para acceder hay que entrar en la basílica de San Pedro y dirigirse al punto central, el Altar de la Confesión.
El Papa emérito ha dejado escrito un testamento espiritual breve, pero muy rico en contenido. Apenas una página, en donde aporta cuatro elementos clave, que dicen mucho de su historia y de su personalidad.
El arzobispo Georg Gänswein y las cuatro laicas que cuidaron del Papa emérito cantaron y rezaron mientras los restos de Benedicto XVI fueron bendecidos.