Recordó su reciente viaje a Asia y pidió oraciones por los afectados por el terremoto en Albania.
Retomó su catequesis tras el parón del viaje a Tailandia y Japón.
Reflexionó sobre la actitud de San Pablo ante las persecuciones como ejemplo para los cristianos de hoy.
“Nos invita a invertir en lo importante, no en la cantidad de bienes, sino en la calidad de los afectos”, dijo el Papa.