Reflexionó sobre la actitud de San Pablo ante las persecuciones como ejemplo para los cristianos de hoy.
“Nos invita a invertir en lo importante, no en la cantidad de bienes, sino en la calidad de los afectos”, dijo el Papa.
Ha recordado un pesebre especial en el que la Virgen María duerme y San José cuida al Niño.
Recordó cómo San Pablo no se apartó de Dios a pesar de las dificultades.