Francisco suubrayó el deber de la Iglesia de escuchar a los que sufren e insistió en la relación entre jóvenes y ancianos.
El Pontífice se ha puesto a sí mismo como ejemplo durante la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro, en Vaticano: “en la vejez hay que aceptar las enfermedades como vienen”, insistía, “y seguir a Jesús”.
El Pontifice ha reflexionado sobre el diálogo entre Jesús resucitado y Pedro.