“Las medidas drásticas no siempre son buenas”, dijo. “No dejen solo al santo pueblo fiel de Dios”, añadió.
Francisco pidió que este momento difícil no sea una razón para olvidar el sufrimiento del pueblo sirio.
Los únicos lugares que permanecen abiertos dentro del territorio vaticano son la farmacia y el supermercado, pero con entradas limitadas.