Es el nuevo obispo de Wuhan y se llama Francisco Cui Qingqi.
Francisco pidió paz en un país en perenne crisis humanitaria.
Procede de una familia cristiana afgana que pidió ayuda al Papa para escapar de Kabul.
Pertenecía a la Congregación del Buen Pastor, donde su recuerdo quedó impreso a fuego en el corazón de muchas religiosas.