Están centrados en la necesidad de convertirse a través de la oración, la limosna y el ayuno. Dice que estos gestos ayudan a purificar el corazón.
La ceniza nos recuerda que ninguna de nuestras preocupaciones quedará, dijo Francisco.
La misa comenzó con la tradicional procesión desde la Basílica de San Anselmo hasta la de Santa Sabina.