Propone a los líderes cristianos que recen a la vez un padrenuestro por el fin de la pandemia.
Mantiene el Vía Crucis del Viernes Santo, pero lo hace en la plaza de San Pedro y no en el Coliseo.
Desde 2014, cada año, el miércoles de ceniza ha insistido en un aspecto diferente de la Cuaresma.
En medio del sufrimiento generado por el COVID19, el Papa impartió la bendición Urbi et Orbi, con la indulgencia plenaria.