Juan Carlos Chay se preparaba para entrar en el equipo olímpico de atletismo de Guatemala. Pero sospechaba que Dios tenía otros planes para él.
Quería ser médico. Pero un sacerdote me ayudó a ampliar horizontes y a considerar otras posibilidades, explica.
Es el Secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y ha participado en el Sínodo.
El viernes pasado se celebró la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.