Recordó que los cristianos deben construir su vida sobre roca.
Francisco invitó a pensar en la propia muerte y a pedir al Señor que nos prepare el corazón para morir con esperanza.
Pidió a los obispos que sean cercanos a sus sacerdotes para que sientan que tienen un padre.
Propone interrogarse sobre una fotografía realizada por un fotógrafo del Osservatore Romano.