“La verdad siempre es concreta, las mentiras son etéreas”, dijo.
Recordó que proclamar a Jesús no es hacer proselitismo, sino dar testimonio de la fe con la propia vida.
“La familia, encerrada en casa, intenta hacer muchas cosas nuevas, tanta creatividad con los niños, con todos, para ir adelante”, dijo.
Explicó además que Jesús murió por todos, incluso “por las personas que no creen en Él o son de otras religiones”.