Explicó que “este es un pecado que el diablo puede usar para aniquilar nuestra vida espiritual y también nuestras vidas como personas”.
“Están arriesgando la propia vida, y dando la vida”, recordó.
Ofreció su Misa diaria por los miedos de cada uno de nosotros “cada uno sabe cuales son”, dijo.
El Papa dijo que los ídolos no se limitan a las estatuas de oro, sino que son todas esas cosas que alejan a la persona de Dios.