El Papa en su homilía en Casa Santa Marta recordó la gratuidad de la elección de Dios y la llamada a custodiar el don recibido.
Francisco recomendó leer las Bienaventuranzas para saber cómo tenemos que vivir y qué hemos de hacer.
“Que el Señor nos dé la gracia de enviarnos siempre un profeta, puede ser el vecino, el hijo, la mamá, el papá, que nos abofetee un poco cuando estemos cayendo”, dijo.
Francisco invitó a meditar sobre si nosotros hubiésemos muerto en la cruz en lugar de Jesús.