Sugirió a los cristianos pedir a Dios humildad, no ser soberbios.
Invitó a los cristianos a dedicar cinco minutos al día a examinar la conciencia para comenzar de nuevo.
Explicó que Dios sufre con el dolor de las personas porque tiene sentimientos.
Francisco invita a los cristianos a hacerse la pregunta que Dios hace a Caín: '¿Dónde está tu hermano?'.