El Papa explicó que las personas solo crecen con las dificultades y aceptando los desafíos de la vida.
Explica que para poder amar a Dios, primero hay que amar al prójimo, también a los enemigos.
Francisco celebró la misa por el arzobispo Giorgio Zur, que vivió en Santa Marta.
Explicó que no se puede destruir a los demás con habladurías.