La familia Ulma la formaban un padre, una madre embarazada y seis hijos entre dos y ocho años.
“Un gran empresario y un gran hombre. Este gran tipo, va a ser santo ¿eh?”, dijo el Papa.
Ganaderos y agricultores trajeron a sus animales para recibir la bendición en el día del santo patrono.
Pedro Arrupe fue el superior de los jesuitas en el delicado período del postconcilio.