“Vuestra tarea es proteger la identidad cristiana de los hijos”, les dice.
Repasó los desafíos mundiales del año durante el encuentro anual con los embajadores acreditados ante la Santa Sede.
La ceremonia se canceló el año pasado a causa de la pandemia.
“¿No llevamos demasiado tiempo estancados en una religión convencional, externa y formal que ya no calienta el corazón ni cambia la vida?”, dijo el Papa.