Francisco lo reveló en la rueda de prensa en su viaje de Malta.
Mientras caminaba por el aeropuerto internacional de Malta, se le vio muy cansado y necesitó la ayuda de un sacerdote para bajar algún escalón.
El Papa cree que los refugiados pueden ser “testigos y animadores de acogida y de fraternidad”.
En su homilía, el Papa dejó claro que ser cristiano no es ir buscando los errores de los demás, sino vivir el Evangelio cada uno con su vida.