Lo describe como “un creyente animado por la esperanza y la caridad” que trabajó desde la UE por el bien común.
Provocó la muerte de 19 personas, entre ellas nueve niños, y más de 60 heridos.
Ha sido en un encuentro privado en el Vaticano entre Tomasz Grodzki y el Papa.
“Vuestra tarea es proteger la identidad cristiana de los hijos”, les dice.