El Papa Francisco continúa con sus fuertes condenas a la guerra.
Pidió que se abandone la lógica del más fuerte y que se abra paso la lógica de la solidaridad.
El Papa agradeció su paciencia y les pidió hacer del trabajo cada vez un lugar más digno.
Su felicitación de Navidad a los jefes de dicasterio tuvo un sabor especial porque este fue el año en el que se culminó la nueva constitución apostólica.