Unas 60.000 personas asistieron a un sereno funeral con solo dos delegaciones oficiales.
La tumba del papa emérito se encuentra en una capilla cercana a la tumba de san Pedro y de Juan Pablo II.
La reina Sofía, Sergio Mattarella y el presidente de Alemania, entre quienes irán.
“Cuidado con las personas que no se sienten frágiles. Son dictatoriales”, advierte el Papa.