En ella el pontífice insiste en que “Dios no reniega de ninguno de sus hijos” y que la Iglesia que selecciona a sus miembros, una iglesia formada por de “pura sangre” no es la Iglesia sino una secta.
Dijo que la liturgia es parte importante en la vida de todo cristiano y que se debe continuar con la senda marcada por el Concilio Vaticano II.
Los trabajadores deben estar vacunados y llevar la mascarilla FFP2 en los lugares cerrados.
El Papa Francisco se dirigió a los cerca de 20.000 peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, dirigiendo su atención a la guerra en Ucrania