Se trata de no dejarse llevar por “deseos de la carne como la envidia, la hipocresía, el rencor, las críticas destructivas”, explicó.
El cardenal ha ido allí para escuchar las historias de las personas que llevan una década aplastadas por la guerra.
Celebró misa en cementerio militar francés de Roma. Hay casi 2.000 soldados enterrados.
Mantuvieron un encuentro muy cordial en el Vaticano.