Francisco no faltó a su tradicional encuentro con los periodistas tras un viaje. Esta vez respondió a sus preguntas sentado. Y habló sobre cómo se siente físicamente después de una visita al extranjero de casi una semana.
Culminó su peregrinación penitencial de casi una semana a Canadá en el aeropuerto de Iqaluit.
El Papa hizo un llamamiento a los jóvenes para que vivan una vida digna de la herencia que recibieron de sus padres para crear un futuro mejor.
Francisco se reunió con 50 residentes. Entre ellos había ancianos, enfermos de SIDA y personas que sufren adicciones.