El padre Ruslan trajo a Roma la estatua junto con un dibujo de la Sagrada Familia pintado por un artista ucraniano sobre una caja abandonada de armamento ruso.
Andrii Sadovy llevó al Papa una cruz con fragmentos de un misil ruso.
Señaló que es importante recordar el significado del bautismo en los momentos difíciles.
Esperaba poder agradecer a la Virgen María el fin de la guerra. A ella le consagró Rusia y Ucrania el 25 de marzo. Sin embargo, el Papa lamentó que el conflicto no parece que vaya a terminar pronto.