La muerte de la Reina ha demostrado que su impacto se extendió mucho más allá del Reino Unido y la Commonwealth.
Es un ejemplo de cómo la humildad y la voluntad de paz logran superar situaciones bloqueadas por el odio. Por eso el Papa viaja este mes de septiembre a un encuentro con líderes religiosos en Kazajstán.
Finalmente el patriarca ortodoxo ruso no se reunirá con el Papa para hablar sobre la paz.
Esta vez irá a Odesa, Yitomir, Járkov y otras ciudades del este del país.