El Pontífice se ha puesto a sí mismo como ejemplo durante la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro, en Vaticano: “en la vejez hay que aceptar las enfermedades como vienen”, insistía, “y seguir a Jesús”.
El Pontifice ha reflexionado sobre el diálogo entre Jesús resucitado y Pedro.
Su matrimonio no estuvo marcado por apariciones divinas o hechos extraordinarios, sino todo lo contrario: lo que los hizo santos fue el vivir el Evangelio en su día a día.
El Papa envió un mensaje a la Primera Reunión de los Estados Partes del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, reunida en Viena.