Destaca “su firme testimonio de fe en Jesucristo y su firme esperanza en sus promesas”.
Cuando era princesa conoció a Pío XII en 1951. Años después estuvo con Juan XXIII. Con Juan Pablo II se vio hasta en dos ocasiones, una en Roma y otra en Reino Unido.
La fecha también marca la fiesta de San Juan XXIII, el Papa que abrió el Concilio en 1962 y al que el Papa Francisco declaró santo durante el primer año de su pontificado.
Francisco agradeció a los nuncios que lleven la Iglesia a los lugares más difíciles en su nombre.