El Papa concluyó de este modo una semana dedicada al 100% a denunciar las atrocidades de la guerra y a rezar por la paz.
El Papa recordó una visita que hizo recientemente a un hospital romano para conocer a los niños que escaparon de Ucrania.
Estaba visiblemente preocupado. Dio las gracias a quienes ayudan a los refugiados y a los periodistas que ponen en peligro su vida en Ucrania para evitar la desinformación.