Durante el Ángelus, el Papa volvió a pedir el desarme nuclear.
Pidió la paz en Bielorrusia y lamentó la violencia terrorista en Nigeria.
Explicó que la caridad cristiana no es simple filantropía.
“Hagamos que la cruz que cuelga en la pared de la casa, o aquella que llevamos sobre el pecho, sea signo de nuestro deseo de unirnos a Jesús”, dijo.