“Cuando rezamos nunca estamos solos, sino en compañía de otros hermanos y hermanas en la fe, tanto de los que nos han precedido como de los que aún peregrinan a nuestro lado”, dijo.
Retomó las catequesis semanales tras la Semana Santa.
“La oración es lo que abre la puerta al Espíritu Santo, que es quien inspira a avanzar”, dijo Francisco.
. “Cuando el Maligno quiere combatir la Iglesia, lo primero que hace es tratar de impedir que recemos”, dijo.