“El Espíritu Santo nos transforma y nos hace experimentar la alegría de sabernos amados y habitados por Dios”, recordó.
“Las manos, los ojos, los gestos de María son un catecismo viviente sobre cómo tratar a Dios”, dijo.
“Cristo es el único redentor”. Llamarla Corredentora es “una expresión de amor exagerada, pero sabemos que el amor nos lleva a hacer cosas exageradas”, añadió.
Reflexionó sobre el sentido que tienen las ceremonias del Jueves, Viernes y Sábado Santo. “Son los más importantes de la liturgia de la Iglesia”, señaló.