Afrontó la delicada cuestión de cómo dialogar con otras culturas sin anularlas.
Reflexionó sobre el complicado proceso de anunciar el Evangelio a otros pueblos y culturas.
Durante el saludo a los peregrinos de habla francesa el Papa lamentó “la gran incapacidad” de la Iglesia para afrontar el drama de los abusos.
Ayer un informe independiente reveló que desde 1950, unos 216.000 menores fueron abusados en instituciones católicas de Francia.