Dice que en ocasiones la gente sabe lo que sucede en el barrio mejor de lo que pasa dentro de ellos mismos.
La vida del cristiano está en tensión hacia los demás, “en tensión por el Espíritu Santo”, dijo.
Explicó cómo es el amor de Dios.
Francisco llama la atención sobre los cristianos que ponen a Dios en un rincón y se lavan las manos.