El año pasado asistió al evento la canciller alemana saliente, Angela Merkel.
En esta reunión han participado 280 personas de 180 países y más de 50 idiomas.
No es la primera vez que Francisco visita a sus familiares italianos desde que fue elegido Papa.
Recomendó hacer el ejercicio de “releer la propia vida” para detectar qué elementos amargan y cuáles, al contrario, han traído serenidad.