Si la rodilla se lo permite, Francisco presidirá la misa de Pentecostés este domingo.
Su obra fue arrasada por la Revolución francesa, pero la congregación que había fundado, la de los Sacerdotes Seculares de la Doctrina Cristiana, ya se había expandido incluso fuera de Europa.
El Pontífice ha rezado por la paz y ha recordado las consecuencias de la guerra de Ucrania al final de la audiencia general del miércoles.
Aún así el Papa no quitó ni un minuto de tiempo a saludar a los peregrinos presentes.