Marling Balmaceda sigue la huelga de hambre de Rolando Álvarez y el cierre del Canal 51.
Todos los días unas 20.000 personas visitan los Museos Vaticanos.
Está usando el bastón para desplazamientos cortos, y esta mañana tuvo que desplazarse desde el papamóvil hasta la silla desde donde pronunció la catequesis pública.
Esta familia ha saludado al Papa durante su audiencia y dicen que ha sido un regalo de su hija Eugenia que hace cinco meses se fue al cielo.