El embajador regaló al Papa un ejemplar de su propio libro, en el que analiza las comunidades latinoamericanas a través de los estudios bíblicos.
El padre Ruslan trajo a Roma la estatua junto con un dibujo de la Sagrada Familia pintado por un artista ucraniano sobre una caja abandonada de armamento ruso.
Andrii Sadovy llevó al Papa una cruz con fragmentos de un misil ruso.
Señaló que es importante recordar el significado del bautismo en los momentos difíciles.