Dijo que “a pesar de su antigüedad, cada versículo de la Biblia fue escrito también para nosotros, y a través de ellos Dios nos habla”. Por eso recomendó meditar las Escrituras.
En el Día de la Memoria, alertó de las “propuestas ideológicas que quieren salvar un pueblo y terminan por destruirlo a él y a la humanidad”.
Alertó contra la tentación de “practicar un cristianismo intimista” en el que las celebraciones públicas no tengan espacio.
Lamentó que haya cristianos que rechacen las celebraciones comunitarias como la misa dominical.