Son las “falleras mayores” de Valencia, y contaron al Papa cómo es la fiesta más importante de esta ciudad.
Le ha regalado una camiseta de su hijo.
“La vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no administrada”, dice Francisco.
Dijo que “la muerte nos ayuda a ver la vida como una ocasión que Dios nos da para amar a los demás y hacer el bien, quitando del corazón la ambición, el rencor y el resentimiento”.